3.1.11

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cuando pienso en películas de terror a veces no puedo evitar cierto prejuicio, aunque en realidad es una predisposición, veo esa película porque quiero que me asuste . las formas en las que el cine puede provocar miedo suelen ser sencillas: porque visualmente impacta, porque hay un sobresalto o porque sabemos que algo horrible está por suceder. cuando fui a ver Somos lo que hay, de Jorge Michel Grau también llegue predispuesto a salir de ahí asustado. no es visualmente impactante, no hay sobresaltos y lo horrible nunca está por suceder . si hacemos el silogismo podríamos concluir que: no es una película d'espantos y que debo evitarme prejuicios . 
Somos lo que hay juega con la parafernalia del horror, la metáfora monstruosa de una realidad que se carcome a sí misma, como el cine de zombies, sociedades podridas por la repetición y adoración de hegemonías absurdas que solo hacen que la cadena alimenticia sea más larga . la familia caníbal es mas bien una manada, requieren urgentemente de un líder que los alimente, que continúe con el perpetuo y secreto rito y que pueda guiarles en la caza de la vida, porque está hambrientos y el tiempo se agota .
el bizarro reflejo de la sociedad nunca es grotesco, no es necesario que veamos canibalismo para saber con que nos encontramos, al contrario, el gore es sonoro, quizá por falta de recursos, y como todos sabemos, cuando no hay presupuestos hay dos opciones: o se improvisa o se es poético .
la película es voraz, tensa y se toma la molestia de hacer chistines políticos (como el cine de zombies) aunque suele caer en lugares comunes y por la premura de resolver algunas situaciones se encadenan una serie de coincidencias para coludir en una verdadera carnicería . la hambre de cada uno de los personajes no radica solamente en comer carne humana sino también satisfacer las mas profundas necesidades, las viscerales, las sexuales, las que demuestran el lado salvaje que hemos civilizado con sistemas de control o con la violencia políticamente correcta. ser un caníbal no es solo guisar tamales de muerto, es mas complejo, es un rito con el que ha de perpetuarse esta manada, cuando el rito falle al menos uno debe sobrevivir y seguirle dando sentido al grupo, extenderlo si es posible, no veo algo tan monstruoso en algo puede ser tan cotidiano como sentarse en familia a devorar la cena. la imagen de la familia perfecta: el padre de familia bendice la comida y la esposa y los engendritos esperan con las manos juntas, la cabeza baja, amén, es hora de comenzar a tragar , quizás eso solo pase en lugares aburridos y repetitivos, ¿y si el proveedor muere?, la estructura de la manada tiembla y por autonomasia el macho primogénito debe dirirgir al resto, aunque en la práctica lo que guíe ese instinto no es el lugar que hay que ocupar sino el hambre y las pasiones . 
ahora que ha pasado la navidad, si queremos un rito mas barroco, largo, al igual que los caníbales requieren del rito que perpetua el tiempo celebramos fiestas anuales con la intención de volver a empezar y que todo esto que está vivo, siga vivo. solo hemos provocado otras formas de comer carne: inventamos la gastronomía y el pecado para que hubieran platillos y gula, consumimos visualmente una impactante cantidad de cuerpos semidesnudos-desnudos por el paisaje urbano o en la privacidad de la computadora, nos comemos vivos con la mirada ya sea por gusto o por envidia, incluso los vegetarianos se formulan sustitutos y símiles de la carne (lo que a mi parece un canibalismo mustio).
a pesar de las bonitas metáforas que la cinta plantea, el continuum de la vida y que precisamente llegamos tarde y nos encontramos con un rito en apuros no podemos degustar del todo del sabor de la carne, a penas podemos tener un tentempie de lo que está sucediendo, el rito no se está cumpliendo y parece que su maldición es que todos a su al rededor terminen muertos, aunque narrativamente parezca exagerado o incoherente. no me gusta hacer justificaciones y aunque al parecer la película se satisface solo a si misma, tenemos una situación y a menos que fuera una tragedia griega no veo la necesidades de que todos terminen castigados y muertos. parece quedarse incompleta y no porque debiéramos tener una secuela que nos lo explique todo sino que la serie de coincidencias solo pudieran justificarse con una tragedia predispuesta, una serie de eventos desafortunados en una historia que se queda corta y que va directo al suicidio, los personajes cometen errores como en efecto domino y en el cierre solo los vemos caer uno a uno, excepto a Sabina, quien a mi gusto pudo haber sido la heroína, la líder de la manada y desde siempre sabemos que a pesar de todo ella es la mas fuerte, porque no esta desesperada como su madre y sus hermanos, que tienen otros instintos que saciar, por encima los colectivos, los individuales . lo cierto es que pudiéramos haber prescindido del look a'la Ringu del final, pero quien soy yo para juzgar homenajes?
seguro ya no esta en el cine.



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